sexta-feira, 29 de junho de 2012

Los nuevos inmunosupresores reducen varios de los riesgos asociados al transplante

http://www.elglobal.net/articulo.aspx?idart=643720&idcat=782&tipo=2


 
Durante la jornada sobre "Nuevos pasos hacia el tratamiento inmunosupresor individualizado: experiencia y evidencias", organizada por Novartis en el marco del II Congreso de la Sociedad Española de Trasplantes", varios especialistas en nefrología, hepatología y cardiología destacaron algunos de los beneficios asociados al uso de everolimus en los pacientes que habían sido sometidos a un trasplante renal, hepático o de corazón.
En el caso del trasplante renal, la introducción de la nueva terapia inmunosupresora, en combinación con los inhibidores de la calcineurina (tacrólimus o ciclosporina), "puede añadir un importante valor añadido en la prevención de fenómenos inmunológicos celulares y humorales, además de reducir la incidencia de infecciones oportunistas y cáncer", explicó Josep María Campistol, jefe de Nefrología del Hospital Clínic de Barcelona. "Asimismo, permiten la minimización de los calcineurínicos en función de las necesidades del paciente, con lo que hay una mejor preservación de la función renal", añadió.
Esta preservación de la función renal es un factor clave en el caso de los trasplantes hepáticos, según confirmó Rafael Bañares, director del Instituto de Investigación de del Hospital Gregorio Marañón, quien también constató la importancia de "individualizar los tratamientos".
En el ámbito de los trasplantes coronarios, fueron Javier Segovia y Jesús Palomo, cardiólogos del Hospital Puerta de Hierro y del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, los encargados de presentar los resultados del estudio Everostat, orientado a comparar los efectos adversos de everolimus en comparación con el tratamiento estándar con azatioprina o micofenolato. Los expertos destacaron posibles beneficios en nefroprotección, prevención de infecciones y su efecto antitumoral.

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